Quizá uno de los importantes logros de la película, además de mantener la misma atmósfera claustrofóbica y oscura de su predecesora,es
el de esclarecer los misterios planteados en esa primera parteacerca
del ciclo de vida de los aliens. Y lo hace de una forma originaly muy
verosímil lo que le confiere un realismo pocas veces visto. Lacolonia de
aliens resulta estar gobernada por la voluntad de una Reina, semejante a las reinas de los insectos sociales. Dicha reina es mucho más grande que los demás individuos y pone huevos sin parar a través de un abdomen gigante adherido a su tóraxdel
cual se puede desprender a voluntad si se siente atacada. Y aquí
esdonde está lo más fantástico de todo, porque estos huevos que pone
sonen seguida recogidos y agrupados por los zánganos que protegen su cubil.
Dichos huevos resultan ser del mismo tipo que los encontrados por los tripulantes de la nave Nostromoen
la primera parte de la saga. Los zánganos deben salir de caza
conperiodicidad para capturar presas que serán expuestas a los huevos
dela reina. De los huevos sale la criatura en forma de araña (facehugger) que atemorizó en el filme precedente. Esta araña es la incubadora. Es la que introduce la larva parásita en el aparato digestivodel
huésped. De esta forma queda cerrado el ciclo de vida convirtiendola
película en pieza fundamental para entender a estas criaturas que senos
presentan en El octavo pasajero y que nos dejan con tantas incógnitas.
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